El símbolo de Playa Girón

Ernesto Guevara, “Discurso en Punta del Este, Uruguay”, 16 de agosto de 1961, en Ernesto Che Guevara, Obras 1957-1967, Tomo II, Casa de las Américas, 1970, p. 427.

(…) “El día 13 de marzo de 1961, el presidente Kennedy hablaba de la «Alianza para el Progreso». (…) En aquel discurso, que no dudo será memorable, Kennedy hablaba también de que esperaba que los pueblos de Cuba y de la República Dominicana, por los que él manifestaba una gran simpatía, pudieran ingresar al seno de las naciones libres. Al mes se producía Playa Girón… (…) El día 13 de abril el presidente Kennedy, una vez más, tomaba la palabra y afirmaba categóricamente que no invadiría Cuba y que las fuerzas armadas de Estados Unidos no intervendrían nunca en los asuntos internos de Cuba. Dos días después, aviones desconocidos bombardeaban nuestros aeropuertos y reducían a cenizas la mayoría de nuestra fuerza aérea, vetusta, remanente de lo que habían dejado los batistianos en su fuga. El señor Stevenson, en el Consejo de Seguridad, dio enfática seguridad de que eran pilotos cubanos, de nuestra fuerza aérea, «descontentos con el régimen de Castro», los que habían cometido tal hecho y afirmó haber conversado con ellos. El día 17 de abril se produce la fracasada invasión donde nuestro pueblo entero, compacto y en pie de guerra, demostró una vez más que hay fuerzas mayores que las de la propaganda generalizada, que hay fuerzas mayores que la fuerza brutal de las armas, que hay valores más grandes que los valores del dinero, y se lanzó en tropel por los estrechísimos callejones que conducían al campo de batalla, siendo masacrados en el camino muchos de ellos por la superioridad aérea enemiga. Nueve pilotos cubanos fueron los héroes de aquella jornada, con los viejos aparatos. Dos de ellos rindieron su vida; siete son testigos excepcionales del triunfo de las armas de la libertad. Acabó Playa Girón y, para no decir nada más sobre esto, porque «a confesión de parte relevo de pruebas», señores Delegados, el presidente Kennedy tomó sobre sí la responsabilidad total de la agresión. Quizás en ese momento no recordó las palabras que había pronunciado pocos días antes.”

Recopilador: Lic. Lisandro Bonilla